jueves, 14 de agosto de 2008

Parroquia de San Bartolomeo en Tuto Vía Salvemini - 50018 Scandicci (Florencia - Italia)




Parroquia de San Bartolomeo en Tuto
Vía Salvemini - 50018 Scandicci (Florencia - Italia)


Interior de la iglesia de S. Bartolomeo en Tuto



La estructura interna de la iglesia de San Bartolomé en Tuto es rectangular para favorecer la participación de los presentes en la vida litúrgica. De hecho con el Concilio Vaticano II en la constitución de la liturgia Sacrosanctum Concilio, los Padres de Conciliares han puesto en evidencia que la renovación litúrgica presupone una renovación verdadera e interna sin la cual cada reforma de los rituales, de los símbolos, y de los espacios siga siendo una iniciativa muerta. Este nuevo espíritu hace su centro en la palabra " participación entendida, activa y plena [...] de un pueblo jerárquicamente ordenado. " (Principios y normas para el uso del Misal Romano IGMR CAP 1 y 5). Este ejemplo de reforma litúrgica, deseada y promovida por el Concilio Vaticano II intenta renovar la fe celebrada en y, a partir de la iglesia restaurando el Misterio Pascual de Cristo en el centro de cada celebración: (SC n.5). “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí " (Jn 17.22-23).



La asamblea cristiana se reúne para experimentar el amor del Dios manifestado en Cristo Jesús. Un amor que da la vida para los hombres incapaces de amar debido a la esclavitud por el miedo de la muerte. "Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir al Diablo, y liberar a cuantos por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud." (Hb 2.14-15)



Cristo con su Muerte y Resurrección ha destruido muerte, la esclavitud al pecado y el egoísmo, y ha abierto un camino para cada uno de nosotros con Dios y entre nosotros. Cristo Resucitado anuncia el perdón de los pecados y trae a un regalo del Espíritu Santo, el mismo amor de Dios en nuestros corazones. El paso de la muerte a la vida es el misterio Pascual de Cristo. La intervención del amor de Dios en la vida hace posible un amor humano imposible: el amor a los enemigos, al perdón mutuo y la paz. Cuanto mayor es la participación en la liturgia, mayor es la experiencia de la victoria de Cristo en nuestra muerte y sufrimiento. La liturgia no es simplemente un ritual externo o un deber sino una experiencia verdadera e histórica de la capacidad de Dios de transformar la vida. Nace la comunión, y la iglesia aparece como el Cuerpo de Cristo formado por muchos miembros. La iglesia de San Bartolomé en Tuto, desde 1970 ha comenzado un trabajo de reevangelización de adultos mediante un itinerario catecumenal de formación cristiana para llevar a la parroquia el fruto de la renovación del Concilio Vaticano II, y más adelante una catequesis permanente para los adultos. La parroquia por lo tanto está expresando una nueva imagen de sí misma: una estructura de comunidad de comunidades para utilizar una expresión querida del papa Pablo VI. La nueva realidad se hace visible en el edificio de la iglesia: de sus inicios provisionales en el garaje en Vía Turri a la estructura actual según la renovación del Concilio Vaticano II.



Toda la estructura arquitectónica y los signos litúrgicos puestos en evidencia son una ayuda de modo que se pueda tener una experiencia verdadera del Misterio; el encuentro con Dios y comunión con los hermanos.

Arquitectura y significación litúrgica



La iglesia es de forma octogonal y circular. El octágono tiene un significado simbólico en la tradición de la iglesia primitiva, es el número de la resurrección de Cristo. La forma circular favorece la participación en la liturgia y evidencia la asamblea reunida como el Cuerpo de Cristo. Santo Roberto Bellarmino escribe: " el presidente como la cabeza, la cabeza del cuerpo. La palabra del dios como la boca; la eucaristía como el corazón del cual se nutre y disfruta la iglesia; la asamblea los brazos, las piernas del Cuerpo de Cristo... “y podríamos agregar, la fuente bautismal como el útero se dan a luz los nuevos hijos de la iglesia. La cúpula sobre el altar es imagen de cielos abiertos, el lugar en el que Cristo se ha levantado y del que volverá un día. La Iglesia expresa así su espera escatológica: la vuelta gloriosa del Señor en el último día, día que marca la victoria definitiva de Cristo sobre el mal y la muerte. "Maranita! - ¡Ven Señor Jesús! “exclama la iglesia.



La sede presidencial



La sede presidencial (cátedra) forma de trono, rodeado por los asientos de los concelebrantes está en el lugar más alto de la iglesia y en el centro del abside para acentuar la imagen de Cristo-Cabeza del cuerpo. La zona elevada permite al presidente ser fácilmente visible y por lo tanto presidir verdaderamente la liturgia.



El Ambón



El Concilio Vaticano II ha restablecido la importancia de la liturgia de la palabra. La liturgia se basa en dos centros: el ambón, Cristo Palabra de Dios, y el altar, Cristo alimento Eucarístico. El ambón se coloca en una posición fija relativa al centro. El Catecismo de la iglesia católica n.1.184 dice: "La dignidad de la palabra de Dios exige que en la iglesia haya un sitioreservado para su anuncio, hacia el que, durante la liturgia de la palabra, se vuelva espontáneamente la atención de los fieles". El ambón, es imagen de la piedra sepulcral de Cristo, de la que el ángel, que es el diácono o el lector o el salmista, anuncia a las mujeres la buena Nueva de la resurrección.



El Altar del Cuerpo de Cristo



El Altar es el centro de la asamblea, imagen del Sacrificio de la cruz de Cristo y del Banquete de su Pascua, por esto es amplio y suficientemente bajo para representar una mesa a la que todos estamos invitados, porque con Cristo se pasa de la muerte a la vida. Es de forma cuadrangular, según la tradición, signo de la fuente de agua viva de la que parten los cuatros ríos del Paraíso que desciende hacia los hombres de todos los ángulos del mundo. Está adornada con flores, para significar la fiesta. Está iluminada con velas y lámparas para recordar que Cristo es la luz que ilumina el mundo, y con Él la asamblea reunida. La importancia del Altar queda realzada por la cúpula, signo de la epiclesia, esto es, la bajada del Espíritu Santo al lugar santo por excelencia de la iglesia.



La fuente Bautismal



La pila bautismal se sitúa en el centro de la gran Asamblea ya que el Bautismo introduce a uno en la comunidad Cristiana. Es amplia para administrar el Bautismo por inmersión, tanto de adultos como de niños. Queda en estrecha conexión con el altar y con el sillón presidencial, con lo que se reúnen los tres sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. En la iglesia primitiva, a la salida del agua, el bautizado venía envuelto en una túnica blanca, y enseguida era ungido con aceite, símbolo de la nueva fuerza del Espíritu Santo (Confirmación), y era recibido por la comunidad con un beso de la paz, concluyendo con la celebración de la eucaristía. La pila bautismal es un amplio vaso de mármol escavado en el pavimento, a modo de piscina, es la tumba y es la madre. Una tumba ya que el hombre viejo muere con Cristo en el agua del Bautismo. Es Madre porque se recrea en nosotros la nueva Vida a imagen de Cristo. La cruz está inscrita en un octágono: ocho es el número de la resurrección de Cristo, hace referencia al octavo día de la semana, es decir el Domingo Pascual, el primer día después del Sabbath hebráico, el primero de la nueva creación. Aquel que se sumerge en el octágono corre hacia la resurrección y le Cielo. El suelo de la piscina es de piedra negra de basalto, signo de Cristo Piedra Angular. Para El, el agua brota bautismal como brotó en el desierto en las manos de Moisés. La piscina bautismal tiene siete escalones a ambos lados de los ejes de la cruz, lo que permite la inmersión y la salida. Inmersos en la muerte con Cristo, para emerger a la nueva vida dirigiéndonos hacia la gloria de la resurrección "¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fuera resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante" (Rom 6, 3-5) En los cuatro ángulos formados por la cruz hay insertados mosaicos de los cuatro evangelistas anunciantes de la buena Nueva: "Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos". (Mt 18,19).



Los Frescos de la iglesia



La envoltura octogonal que circunda la totalidad de la gran sala de la iglesia, representa el cielo. Está pintada con imágenes inspiradas en la iconografía de la iglesia Oriental, acercando a la asamblea uniendo Cielo y Tierra. Dios está presente en medio de su pueblo. Las pinturas representan diversos momentos del Misterio Pascual. El Concilio Vaticano II propone un reforzamiento del papel de la figura simbólico sacramental de la liturgia. “Las imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a El a quien adoramos..." (Catecismo de la iglesia católica 1.192). El pintor de un icono (imagen sagrada) no imita, no representa, sino que esencialmente quita el velo, derrumba el muro de separación, se comunica con "este y el otro mundo”. El icono recoge la presencia de Dios. Es, si se puede decir, teología visible que asiste en la oración y en la contemplación. La iconografía nace con Cristo, icono del Padre invisible, y se centra en la encarnación de Cristo. Cristo restablece la imagen del hombre, imagen de Dios, que el pecado ha ido difuminado, consiguiendo que los hombres transformados a Su imagen sean iconos móviles de Dios. El arte sacro de los iconos no ha sido inventado por los artistas, es una institución que nos llega de los Santos Padres y de la santa Iglesia (II Concilio de Nicea). Expresa la visión de la iglesia, tal y como la iglesia contempla el misterio de Dios y su Encarnación. Las figuras tienen una apariencia rígida pero enfatiza su poder interior, la perspectiva es inversa, son los iconos los que nos contemplan. El icono describe la distorsión del amor mutuo, el gran amor de Dios por los hombres y como respuesta la pasión del hombre por su Dios Tu a quién mi espíritu ama. Es el deseo pre-eterno de Dios de hacerse hombre para que el hombre se Dios. Los iconos ofrecen la observación del misterio de Dios" (P. Evdokimov).



El Tabernáculo



El tabernáculo está situado en la capilla lateral. La presencia real de Cristo en el Pan Eucarístico permite la adoración individual y silenciosa.

El icono del regreso de la sagrada Familia de Jerusalén a Nazaret


El Camino Neocatecumenal


El icono muestra el regreso de la sagrada Familia de Jerusalén a Nazaret, después que el niño ha sido encontrado en el Templo. San José lleva a hombros a Jesús que se vuelve hacia su madre la virgen María. Ella, "a lo largo del camino" le entrega el papiro con la palabra de la misión, donde se puede leer en griego, el principio del texto de Isaías 61, 1-2.


"El espíritu del Señor está sobre mí pues me ha ungido...".


San José tiene en la cara los rasgos del siervo de Yahuah "La faz de la sábana Santa" como signo que él prepara a Jesús a su misión de Siervo de Dios, que lleva el pecado del mundo (Is 53); el hecho que Jesús adolescente sea llevado a hombros indica la importancia del padre en la familia para introducir al joven en la vida adulta. El icono muestra la relevancia que tiene el padre en la familia para que el hijo llegue a ser adulto, como ha sido revelado por Dios en la familia de Nazaret.


La importancia de este hecho ha sido subrayada por el Camino Neocatecumenal que predica en el mundo entero: hacer en las parroquias pequeñas comunidades como la sagrada Familia de Nazaret, donde los cristianos que han sido bautizados, pero que viven la fe de una manera infantil, puedan crecer y llegar a ser adultos. (Ef 4)


El gesto de San José que lleva Jesús a hombros se encuentra, aunque no sea común en la tradición iconográfica antigua, en los mosaicos de la Iglesia de Chora (XII) en Estambul donde en el regreso de Egipto a Nazaret, y su madre los sigue. El gesto es retomado por autores modernos, como William Dobson (1817-1878): en una de sus pinturas San José lleva a Jesús adolescente en el regreso a Nazaret después del encuentro con los doctores de la ley en el Templo de Jerusalén (Tate Gallery-Londres).


El gesto de la Virgen que da al niño la palabra, lo podemos encontrar en muchos iconos de la iglesia Ortodoxa. Son los iconos llamados "Eleusa Kykkotissa". El nombre viene del monasterio de Kikko en Chipre, donde se ve la virgen que lleva al niño en sus brazos, en sus brazos y que le ha dado el libro de Isaías. El icono de la "Eleusa Kikkotissa" se encuentra en muchos países, como el de Monasterio de Santa Catalina del Sinaí, que es el monte de la tentación en Israel y en Chora.


Así el gran pintor ruso Simón Ushakov (s. XVI) pintó una bella Kikkotissa conservada en la galería Trejakov de Moscú; este icono a inspirado el de la Virgen del Camino Neocatecumenal.
El icono del "Regreso de la santa Familia a Nazaret" mide 1x1'20 mt. Sobre madera de encina, recubierta de pan de oro, está pintado al aceite por el pintor Francisco Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, por encargo del Consejo Pontifical para la familia, a la ocasión de la II jornada Mundial de la familia en Río de Janeiro (1997). El icono ha sido ofrecido por el autor al Santo Padre.

Iglesia de la sagrada Familia de Nazaret, Tres Cruces, Puebla.


Iglesia de la sagrada Familia de Nazaret, Tres Cruces, Puebla.


Tres Cruces, una iniciativa de reconstrucción del tejido social, por el testimonio, en barrios periféricos de la ciudad de Puebla, dos familias enviadas por el Papa, S.S. Juan Pablo II, a solicitud del arzobispo de Puebla, Mons. Rosendo Huesca Pacheco, el 31 de julio de 1991 llegaron a Puebla.


Dejaron el trabajo, la casa y la posición social que poseían en Europa para ir a vivir, sin ninguna remuneración, en un entorno pobre y un país extranjero, en barrios periféricos de la ciudad, amenazados por la degradación social y de la pérdida de la identidad cultural propiciada por el lugar.


Una de las familias es originaria de Detención, en las Marcas, Italia. Esta familia los Bernetti Evangelista está formada por Sandro y Agnese, con cuatro hijos Kiara, Andrés, Tomasso y Michelle, el más pequeño nacido en Puebla. Los dos son médicos, él radiólogo, y ella ginecóloga. Trabajan para vivir y además curan gratis sus vecinos.


La otra familia los Pecci, Carlos y Matilde, son de San Fernando (Cádiz), España y tienen a tres hijos, Saraí, Nazaret y Ezequiel, Carlos es Suboficial de la marina española y se sustenta a través del trabajo en la beneficencia Española de Puebla.


Además de las dos familias, el equipo está formado por un Presbítero y un seminarista encargados de preparar la creación de una nueva Parroquia en estos barrios. También hay dos chicas solteras, las dos españolas, que cuidan especialmente a los jóvenes y los niños.


Características del área


El lugar dónde han sido enviados pertenece actualmente al Parroquia de María Reina, cuya población supera los doscientos mil (200.000) habitantes y continua creciendo de día en día. Incluye dos barrios: Tres Cruces y Xilotzingo. Ambos cuentan a 60.000 habitantes. Hace diez años toda esta inmensa zona estaba constituida por prados sin cultivar. Hoy vemos dos barrios completamente diferentes: Xilotzingo, con casas construidas por el INFONAVIT (Instituto estatal por las casas a los trabajadores) para los obreros y los Tres Cruces, terrenos de propiedad estatal, campos divididos en parcelas dónde gente venida de todos los rincones de la república, a costa de grandes sacrificios, construye su casa.


Prácticamente la zona de Tres Cruces no está urbanizada: las calles son de tierra (en la época de sequía - de octubre a mayo - se forma una gran polvareda y en la época de las lluvias - de mayo a octubre - se ponen impracticables por el barro).


La inmensa mayoría de las casas no están unidas a los alcantarillados y las que tienen agua corriente sólo la reciben un día a la semana. Esto hace las condiciones higiénicas muy precarias y deficientes.


El índice de las familias destruidas es bastante alto: uniones de hecho, divorcios, abandonos del techo conyugal. En muchos casos el sostén económico es la madre, por esto las disponibilidades económicas para la alimentación, el vestido y las medicinas son escasas. Los jóvenes crecen desorientados y son terreno fértil para el consumo de alcohol, drogas y la formación de bandas.
En este entorno las familias en misión lograron edificar sus casas gracias a la ayuda de algunos industriales de la construcción, que proveyeron materiales a precio reducido, a veces en forma de regalo y con pequeñas donaciones en dinero. Las casas son de propiedad de la diócesis y están al servicio del barrio.


Trabajo realizado


La sola presencia de las familias ha propuesto al barrio un interrogante: ¿por qué dejar una buena posición en el país de origen y venir a vivir entre los pobres?
En grupos de dos visitan casa por casa para dar las razones su esperanza. Escuchan y ayudan a las personas en sus problemas de vida.


Gracias al testimonio de vida y a las visitas, se han formado en el barrio tres comunidades de adultos de unas treinta personas, que se reúnen dos veces a la semana. Allí encuentran los marginados de la sociedad, se restablecen alcoholizados, se reconstruyen matrimonios, se orienta a la juventud y se empieza a reengendrar el tejido social por la formación de la persona.
Los servicios religiosos solicitados: bautismos, primeras comuniones, confirmaciones o bodas dan espacio a progresos formativos que propician el crecimiento integral de cuántos se acercan a la misión.


En colaboración con instituciones públicas o privadas se programan servicios sociales en los barrios, como alfabetización, asistencia médica, nutrición infantil, ecología, desarrollo artesanal, ayuda a los enfermos.


Espacio disponible y proyecto


Los únicos espacios disponibles son las dos capillas. Una de 160 mts. Cuadrados, dónde cada domingo asisten unas 300 personas y otra donde son atendidas cerca de 250 personas. Faltan espacios que puedan alojar el trabajo iniciado de reconstrucción del tejido social y su desarrollo inmediato.


Del proyecto inicial de edificar una capilla con capacidad para 350 personas, en un terreno de 2.500 mts. Cuadrados disponible, se pasó a desarrollar la idea de un complejo arquitectónico más amplio, con un espacio central para 700 personas y con los salones necesarios parar el desarrollo comunitario, promoción de la familia, orientación de los jóvenes, dispensario médico, asistencia social, guarderías infantiles y otros.


El proyecto presenta una nueva estética que facilita la mayor participación de la gente y eleva el nivel del barrio, también desde el punto de vista cultural.


Dificultades económicas y ayudas


La gente del barrio es pobre: gana sueldos de miseria, con los que casualmente logran cubrir las necesidades más urgentes. Para hacer sus casas edifican con muchas dificultades una habitación cada dos o tres años. Poco pueden aportar para la realización del proyecto ya que viven en una enorme precariedad.Un ejemplo basta para hacer evidentes sus dificultades económicas: debido a la falta de agua corriente, los que no han podido hacer un pozo en sus casas deben abastecerse con agua de un camión cisterna, que es muy cara: el coste de un metro cúbico de agua supera el equivalente de medio día de sueldo.


Hay necesidad de ayudas económicas para edificar el complejo arquitectónico indispensable para llevar adelante del trabajo emprendido.


Con una ayuda de ADVENIAT y donaciones de empresarios italianos y locales ya hemos construido un módulo lateral del complejo, con dos salones de 120 m2, las ocho columnas principales del templo y para fin de año el techo de la iglesia casi en su totalidad.


Para realizar todo el proyecto nos hemos dirigido a diferentes instituciones, entre los que la embajada de Italia en México, y que ha considerado conveniente darlo a conocer por este medio para que alcance una difusión mayor.


El número de la cuenta corriente para hacer llegar las donaciones es:


BANAMEX - PUEBLA SUC. 0610C / C. NUM. 7921522a favor de: Pbro. José Manuel Sebastián Gutiérrez



Rogamos mandar al número fax. (22) 331596 el impreso de depósito.


Puebla de los Ángeles


Pbro. José Manuel Sebastián Gutiérrez Equipo Familias en Misión